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A la orilla del río

Senryu XIV

Nada tan triste

como un alma aquejada

de indiferencia.

© Trini Reina

 

Miras y no ves,

no sabes ni contestas

pues estás muerto.

 

 

Senryu XIII

Las ilusiones

transitan los andenes

del espíritu.

© Trini Reina

 

Me llaman así,

iluso, por querer ser

tus ilusiones.

 

Senryu XII

En la memoria

conviven los fantasmas

que nos forjaron.

© Trini Reina

 

Ceniza eres

de vivencias quemadas

por el sol diario.

Senryu XI

No te confíes

las anchas soledades

nos contaminan.

© Trini Reina

 

Alma en pena,

que mirando ve gente

y no la siente.

 

Haiku V

Las jacarandas

llameando violetas

alumbran calles.

© Trini Reina

 

Feliz paseo,

flores como luceros

guían senderos.

 

El azar o la necesidad

Esta mañana cogí el autobús como de costumbre. No pude sentarme, así que iba de pie leyendo un libro de los más vendidos actualmente con el que llevaba tres o cuatro días.

Trata de la misteriosa desaparición de una chica ocurrida hace muchos años y de la investigación que se lleva a cabo para resolver el caso. A mi lado, de pie también, iba una chica joven que igualmente leía un libro. Tengo la insana costumbre de echar un vistazo a los libros ajenos. Siento curiosidad por saber lo que lee la gente y si no puedo ver la portada, intento leer algo de la página que en ese momento estén leyendo, por si lo conozco. Si luego esa persona me pisa y no me pide disculpas siempre le puedo contar el final. 

Resultó que estaba leyendo el mismo libro que yo porque reconocí el nombre de la desaparecida, pongamos por caso Catalina. Más o menos se leía:

- ¿Cómo es que desapareciste Catalina sin dejar ni una maldita nota? Te creíamos muerta . ¿Cómo te ha ido todos estos años?.  

Mire hacia abajo y era la página 557 o por ahí, 300 más de las que yo llevaba leídas.

Me entró una rabia tremenda y pensé si el azar o la necesidad me habían llevado a coger aquel autobús y mirar el libro de esa chica que iba a mi lado, así que en contrapartida, cuando estaba llegando a mi parada,  le pegué un pisotón y me bajé rápidamente. 

Haiku IV

De madrugada

las sombras y la luna

se confabulan.

© Trini Reina

 

No es oscura

la noche, si la luna

con los ojos ves.

Haiku III

Tras de la lluvia

el sol se asoma al cielo

como dudando.

© Trini Reina

 

Uno, dos, tres, ... ¡ya!

El girasol lo busca...

¡ajá! ... ¡por el sol!

 

Mi ser natural

" Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuán poco me importa el tiempo ajeno. Descubrí, en fin, que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodíaco." 

de Memorias de mis putas tristes de Gabriel García Márquez.

 

 

Haiku 4

Son días de crisis.

Hay miedo a caerse.

Además, llueve.

 

 

Haiku 3

Hoy, San Vicente.

Besos, viejo amigo

de alma joven.

 

Haiku 2

Lóbrega noche,

mísera de estrellas

y almas en paz.

 

 

 

Haiku

Cae la nieve.

La tierra se disfraza

de luna llena.

 

Senryu X

Pasa la vida

bebiéndose el viento

como los trenes

© Trini Reina

 

Es relativo.

El tiempo va más lento

dentro de ellos.

 

¿Qué tiempo hará mañana?

Nunca creí que pudiera pasarme a mí, pero así es. Igual que a aquellos señores de chaqueta de pana, camisa blanca  y boina que se les caía la baba cuando veían actuar en su pueblo a La Coneja, La Chati o tantas otras, que acudían con su compañía de varietés, así me pasa a mí con Mónica López, que nos presenta el tiempo todas las noches por la 1.

No admite comparación con aquellas mozas de buen ver, sobre todo porque ella va muy recatada (por lo menos por ahora, pero es que estamos en invierno). El caso es que me quedo como alelado, mirando absorto como mueve sus labios balbuceando palabras sobre isobaras, depresiones y fríos nocturnos, como baja esos párpados que encubren unos ojos negros antes de pasar a otra cámara, como se mueve por el escenario,... Sé que detrás hay un mapa de España, y de vez en cuando veo nubes y lluvias, pero cuando me quiero dar cuenta acaba el programa y no me he enterado del tiempo que va a hacer mañana en mi provincia.

Sólo me queda retenida en la retina su imagen de princesa mora, con la que sueño pasear agarrado de la mano por el parque de al lado de casa, sin pisar ninguna hoja pues el barrendero las quitó todas esta semana pasada.

Senryu VIIII ?

Mis ojos nadan

en el lóbrego lago

de tus pupilas

© Trini Reina

 

Rápido cierro

mis párpados y rapto

tu mirada

 

68.751

Concordancias

Soñaron juntos

otoños frágiles,

melodías azucaradas,

ausencias angustiadas,

resquemores inútiles,

aromas y alboradas.

 

Soñaron juntos

entelequias y parvedades,

haikus replicados,

soles desdibujados,

anchas soledades,

ánimos esperanzados.

 

Soñaron juntos,

sentimientos entregados.

 

 

Soles desdibujados

"La ausencia disminuye las pequeñas pasiones y aumenta las grandes, lo mismo que el viento apaga las velas y aviva las hogueras", que dijo De la Rochefoucauld.

 

 Se habrá ido con pena pero satisfecho si cada caricia suya, cada consejo y cada apoyo en su hombro ha sido una pequeña rama que alentó esa hoguera en tu espíritu.

 

La elegancia del erizo

Estoy leyendo este libro de Muriel Barbery. Me parece muy original, muy bien escrito y con muchas "ideas profundas" sobre el sentido de la vida y de la muerte. No sé si al final la protagonista se suicidirá; espero que no, así tengo la esperanza de encontrármela alguna tarde en un café para charlar con ella y oir de viva voz esas ideas tan magistrales que tiene.

La casualidad se presentó en la página 22 al señalar Paloma que tiene una vertiente japonesa muy acusada y que estas ideas profundas las expondrá en forma de haikú  (tres versos) o de tanka (cinco versos).

Su haikú preferido es de Basho:

 

En esas chozas

comen los pescadores

¡gambas y grillos!

¡En el mundo en que vive hay menos poesía que en una choza de pescador japonesa!.