Haiku XXIV
Casi dos años
hace que no escribía.
¡Ya le puse fin!
Casi dos años
hace que no escribía.
¡Ya le puse fin!
Sobre la arena
las huellas primorosas
de la distancia
© Trini Reina
Cuántos recuerdos,
la huella de cuatro pies
sobre la arena
En el estanque
sombras persigue un gato.
El cisne sueña.
© Trini Reina
En el estanque,
el tiempo se detiene
ahogándose.
Pasa el otoño...
y las hojas, los silencios,
y las arañas
© Trini Reina
Bye, bye, otoño,
dura un embarazo
volver a verte.
Ruge diciembre.
Tienen sed de desiertos
esas palmeras.
© Trini Reina
Si con el frío
las palmeras no palman
se baten ...
El sol sestea.
Toda su luz es sombra
en la ventana.
© Trini Reina
La Tierra y el Sol
muestran enfados diarios
al caer la noche.
El loto ondea
en la fiesta del agua
su desamparo.
© Trini Reina
Alma de loto,
flotando sin mojarte,
sin querer amar.
Un árbol rompre
la quietud amarilla
de la campiña.
® Trini Reina
Ele de olmo,
de álamo, de almez,
elevándose.
Vagan las nubes
por el carril celeste
del firmamento.
© Trini Reina
Uno tras otro,
los algodones blancos
surcan el cielo.
El sol desciende.
Desde las ramas llueven
futuras sombras.
© Trini Reina
Lanzas de sombra,
mil veces matan al que
al bosque entra.
El abandono,
al ruiseñor zahiere
más que el espino.
© Trini Reina
Uno y uno,
dos, un ruiseñor cantó
de la emoción.
Por la vereda,
el invierno camina
a su guarida.
© Trini Reina
La primavera,
cual valiente domadora,
amansa al frío.
Bosques repletos
de amantes desnudos;
por marzo, orgía.
Paso a paso
se hace senda. Playa,
grano a grano.
Viene el frío.
La capa de armiño
cubre la tierra.
Se va el frío.
Viste de manto iris
que es Carnaval
Árbol, amigo,
tus hojas son rencores,
amor, tus flores.
Aires de otoño
inundan los jardines
de la nostalgia.
© Trini Reina
El cuerpo duda,
pues no siendo verano
frío no hace.
Tarde de lluvia,
El jardín suspendido,
la rosa alerta.
© Trini Reina
Gotas, espejos,
los pétalos, alfombras,
tu rojo, mi deseo.
En cada beso
el deseo cabalga
entre los labios.
© Trini Reina
Besos robados,
furtivos o deseados,
pero dámelos.